Posible Prefacio de mi Antibiografía:
Siendo artista del
movimiento, lo que más me llama la atención es la gente que siempre quiere
saber, entre otras cosas, cuál es el secreto del triunfo y los pormenores de la
vida artística y privada que influenciaron, ayudan o guiarán inexorablemente al
éxito. De ahí el interés de las editoriales por las autobiografías, algunas de
las cuales se parecen más a un compendio de acusaciones, amarguras y de
esfuerzos titánicos políticos y económicos para haber llegado a ser quien se
es. En mi caso particular, yo todavía busco cómo poner en palabras, sean orales
o escritas, cómo es ese proceso; el cual, ni los propios artistas de la danza
que dirijo podrían explicar con exactitud. Y si lo intentáramos sin un
fundamento científico quedaríamos en ridículo. Estoy segura. Por eso y otras
razones he considerado el título Antibiografía
para este libro. Quizá sea muy difícil para el lector si no está algo familiarizado con
la física cuántica relativista y con la no-relativista; porque, al fin
y al cabo, cualquier artista genuino que sea o no consagrado, es un científico
en varios de sus ámbitos; como también es un genio y un loco, o un ángel y un
demonio; un filósofo con una densa cosmovisión que le permite interpretar la
realidad, con sus misterios, problemas matemáticos, físicos, cosmológicos, complejidades
geométricas, espaciales, temporales y otros hasta ahora parcialmente resueltos
por la ciencia.
Las preguntas que
me han hecho son las mismas que en toda mi vida me dieron vuelta y vuelta en mi
mente consciente, al punto de convertirse en una obsesión enfermiza: tengo que
saber por qué… ¿por qué yo sé y entiendo tal o cual cosa con asombrosa
precisión? Llevo cerca de 40 años
indagando, devorando libros sólo para encontrar respuestas incompletas. Aunque
antes de ese proceso, por mi profesión, estaba obligada a estudiar la mitología de cada cultura, así como su
ocultismo y esoterismo propios con el fin de interpretar en el escenario y bajo
la orientación del maestro encargado, equis papel o role que me asignaban. Yo
no sé cómo describir el impacto en mi psiquis que ese período de mi vida
produjo. Quien no sea artista o creador, no tiene ni la menor idea de lo que
implica posesionarse de una deidad mitológica a la cual se personifica y lo que
ello parece desatar como exteriorizaciones reales de sus poderes; sentir un
pánico petrificante junto a los amigos testigos de los hechos.
Esas vivencias, en
aquella época, me llevaron a pensar que los artistas no estamos encerrados en
un manicomio porque drenamos en el arte nuestra visión del mundo y la vida. En
consecuencia, me dediqué a estudiar otra condición de la naturaleza que no
fuese únicamente objetivista positivista, sino sistémica, interrelacionada,
participativa, contra factual por no-local, con accionar a distancia en planos
complejos de un espacio infinito-dimensional.
Pronto perdí aquel
miedo y aprendí a lidiar con los asuntos que nadie, en su sano juicio, desearía
saber por adelantado sin sufrir un profundo dolor e impotencia. Algunos dicen
que con el tiempo me he convertido en un glacial. Ya lo creo pues hoy rechazo
el sentimentalismo y todo recuerdo tortuoso de la historia vivida, mas no
comprendida en su justa dimensión aleccionadora. La ignorancia es la vía del
sufrimiento, del apego, de la ira, de la venganza, de la enfermedad, de la
soledad, de la autodestrucción. Claro que ahora me pregunto, ¿cuántos saben que
el mundo es incuestionablemente cuántico?
Una biografía es como
la descripción de la vida propia, bien contada según su protagonista, apegada a
sus logros con sus escogidos altos y bajos, sus malestares y bienestares,
sociales, económicos y políticos en ciertas épocas vividas. En cambio, una Antibiografía es la historia no contada
de uno mismo, que es y será siempre en la paradoja del ser: una seidad en el eterno
ahora que ha recorrido todos los caminos al mismo tiempo, y cada camino tiene
su propia historia. Recorrer todas las historias simultáneamente significa
estar en todas partes a la vez, y estar en todos sitios implica que los conoce.
Es de ahí que emana ese tan añorado
conocimiento que, para la entidad viviente, bien puede venir de su posible
futuro por andar pero que su Anti-Yo, o mejor su estado cuántico, ya lo hizo…
como bien lo explicó el legendario Richard Feynman, en su electrodinámica
cuántica, e igual sucede con la antimateria. Por eso, casi todo en lo que me
apoyo en términos científicos, visto que ya lo han escrito hasta la saciedad
muchísimos físicos cuánticos, premios Nobel, catedráticos de casas de estudios
superiores de varios países del mundo, y un etcétera de expertos en otros
ámbitos que incumben a este libro; he preferido dar a conocer la bibliografía
en la cual fundamento mi interpretación de lo que he vivido. Bien segura estoy que esa bibliografía puede
ayudar a muchas personas y a quienes han escogido otros terrenos y/o prácticas
muy alejados de la ciencia, para explicarse sus propias experiencias. No
pretendo nada ni quiero algo distinto a un despertar diferente de lo que,
clásicamente, hemos entendido por Conciencia. Todo lo vivido y estudiado me han
enseñado que el percibido “aquí y ahora”, si bien gobierna nuestro sentido
material del mundo físico, también hay el fenómeno de la conciencia a un cierto
nivel medido en ondas hertzianas, que es capaz de advertir alguna verdad no-local:
antes de su manifestación real en el aquí y ahora. Insistiré en este asunto
porque es ahí, en donde pienso que radica ese secreto tan codiciado de una
trayectoria… dícese “exitosa”. Entre comillas porque nunca he creído en el
triunfo ni lo he aupado jamás. De hecho, un maestro genuino de cualquiera de
las artes del movimiento, sabe muy bien que el blanco perfecto en cualquier
escenario es uno mismo. Está dentro de uno mismo. No en la estruendosa ovación
del público espectador y el cual, apenas, es una sombra en la caverna platónica
que entusiasma nuestro ego individual y reafirma el del colectivo. Eso es un como
show dentro de otro show… un deplorable viaje de ego.
No negaré que las
Antimemorias de André Malraux, inspiraron el título de este libro al igual que
la naturaleza cuántica del universo; sin embargo, lo más curioso para un
artista o creador, durante el acto de la creación o de la interpretación, es
nuestro estado alterado de la conciencia y en el cual, los efectos parecen
preceder las causas para dar lugar a la creación de forma espontánea: no
preconcebida ni sistematizada… sin ninguna intervención de un patrón o esquema
típicamente intelectual y, aun así, muy coherente en la exposición. Eso es lo
que nos diferencia de los intelectuales.
Por otro lado, para
entender una Antibiografía resulta que hay más de un problema terrible,
derivado del paradigma dominante: el racionalismo duro cartesiano que choca
frontalmente con el mundo acausal, indeterminado y no-local. Muy propio de la
física cuántica. Cierto es que estamos atrapados en una fuerte dependencia
ilusoria de certidumbres que son inherentes a ese sistema de pensamiento, ya
con más de 400 años pero incuestionablemente vigente hoy día; atornillado en
nuestro imaginario colectivo, o epistémico: modos de pensar, hacer y vivir
local, nacional, hemisférica y mundialmente. Así que escribo este libro,
también, auspiciando la necesidad de transformar la conciencia planetaria de
cierta falacia individualista hacia otra manera de entender el mundo, la vida y
la felicidad. Que por demás está bien lejos del trabajo esclavizante y
alienante, convirtiendo al individuo en el mero sello de su ocupación… como
bien decía Schiller (“Cartas sobre la Educación Estética
del Hombre”). Por ende, será inevitable evidenciar mi enfoque político, social,
cultural y económico frente a la situación que vivimos como sociedad humana.
Ciertamente, el
título “Antibiografía” es una excusa para decir todo lo que no se debe decir,
según los formalismos del sistema de pensamiento vigente y al cual me opongo
rotundamente –ahora como mujer bien madura, ya que no escribo para un pequeño
público especializado en la danza e interesado en saber cuáles son mis
respuestas a las preguntas que me han hecho. Entro en la discusión sobre la
relación ontológica de la danza con los fundamentos cosmológicos que justifican
el Arte del Movimiento. Puede ser que los especialistas esperan de mí una
especie de cátedra, como un aporte para ampliar su entendimiento-exposición,
promoción y divulgación del Arte del Movimiento, y seguramente algo encontrarán
a lo largo del texto. Sin embargo, lo que me interesa, como bien se verá desde
el mismo primer capítulo, es el tema que se ha abierto sobre Conciencia, Gravedad,
Movimiento y Realidad. Por eso mi
Antibiografía es un pretexto para develar mi interpretación del mundo y la vida,
ilustrándola con unas que otras anécdotas de mi trayectoria y que no pueden ser
explicadas cartesianamente.
Zhandra Rodríguez
Hola,acabo de leer tu antibiografia,no hare ningun comentario,solo te contare una historia,veridica,de mi juventud,todo lo que contare es real,y cuando sea fic,te lo dire. Hace muchos anos,vivia en un pais eur opeo,estudiaba para un examen,era de noche y mis companeros de apartamento dormian,era de noche,solo escuchaba los ruidos tipicos de una ciudad que dormia,de repente tuve una sensacion especial,no escuchaba nada,no se oia nada,ningun ruido,nada,me asuste y fui a las habitacionesde mis companeros y dormian,les llame con fuerza y no despertaron,para tranquilizarme me sente y empece a notar que todo cambiaba a mi alrededor,ya no era un todo,las moleculas de mi brazo vibraban y se comunicaban con el entorno,mi brazo,..hablaba..con el aire que le rodeaba,y esta comunicacion,se transmitia a mis ojos,era como una danza,me di cuenta que yo pertenecia a un todo,que no existian barreras,que somos una sola vibracion armonica,perfecta,que somos dios cuando entendemos nuestro papel al cual hemos venido. FICCION Ante esta situacion de silencio total,sali a la calle,ni un movimiento,nadie,de repente ,a lo lejos observo que alguien viene a mi,se acerca,nos miramos,era mi Yo,me enfrentaba a mi mismo......conversamos largo y tendido de mi rol y mi papel en este planeta,a que habia venido,lo que tenia que hacer,TODO ,absolutamente todo se rige por las matematicas,la vibracion,el equilibrio,la armonia,todo es una DANZA,de alli viene,EL ANGEL QUE VUELA...abrazos
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