La visión Cuántica de la Naturaleza no sirve a la miseria humana

Con toda la tecnología y avances de la nueva ciencia, aún la física cuántica no relativista, o no clásica, está muy por encima de los perversos propósitos del materialismo-capitalismo, piensen: ¿de dónde surgió esa frase “Igualdad, Fraternidad y Libertad”? No puede haber igualdad sin justicia; no puede haber fraternidad sin solidaridad y no hay libertad sin soberanía, el derecho a ser Nación, Estado, País y Patria. La física cuántica relativista tiene muchísimo que ver con estos conflictos creados… no ingenuamente y en clara complicidad con la física clásica, de la que antes emergió la era industrial con sus ideologías capitalistas, clasistas y racistas.

                                           

Cuando se estudia la cuántica no relativista del problema OR, se da uno cuenta del por qué de muchas cosas, entre ellas: ¿por qué un danzarín, no sabiendo de un mapeo electrónico, puede reparar un helicóptero “Bronco” y dirigir su entera puesta en marcha de urgencia? Yo lo conozco, es mío, y fue el mismo que mandé al infierno en París frente a La Sorbona. Es decir, somos una vaina comprensible sólo para nosotros mismos y que, sabiéndolo o no, estamos en concordancia con OR antes que se opere en concreción tangible. Funcional. Y, como es de suponer, el materialismo no va con nosotros. Por naturaleza artística, somos bohemios impredecibles y vamos a donde somos requeridos, nos paguen o no. Lo que no implica que seamos pendejos, porque a la hora de sacar las uñas es mejor que corran. Hace unos meses le dije a un ministro: “tampoco es que nosotros los artistas y creadores vivimos solo del Prana Cósmico”.

Por supuesto que me declaro defensora del proceso transformador de Venezuela y de su máximo e indiscutible líder. Sin embargo, tengo el pleno derecho a la crítica y autocrítica, si queremos avanzar sin aplastar a quienes tantas glorias le dieron al país: todos pertenecientes a las varias expresiones de las artes y la creatividad que votaron por Chávez, y hoy alejados de la realidad que vivimos con una apatía sin precedentes históricos. “Cuidado, seguro mató a confianza”. Aquí hay pintores, escultores, arquitectos, danzarines, que son víctimas de Egos Jodedores obstaculizadores de la visión integral, integradora, holística, sistémica del propio sistema endógeno en marcha. Estos egos están en puestos claves intermedios de mando, y ejercen, descaradamente, cierto ventajismo de Estado y de cuyas manos depende el destino de nuestra revolución.

       

Nuestro problema es la transculturización que reemplazo el arpa, el cuatro, las maracas, discriminó nuestras culturas originarias y atomizó las bellas artes, de las cuales hicieron el gran negocio del siglo pasado y parte del actual. El problema trasciende lo bursátil, vivienda, alimentación, educación. Está en un sistema de valores perdidos y que las artes, la literatura y nuestras culturas originarias sí pueden reconstruir. Un día me llamó alguien de la Universidad experimental de La Danza, para preguntarme mi parecer sobre la orden ministerial de incorporar las danzas autóctonas del país, las urbanas y otras. Pues lo mandé al infierno, no sin antes darle explicaciones correspondientes al rescate de nuestra identidad nacional, vilmente usurpada por los vende patria que dieron prioridad en los cosos teatrales, de mayor capacidad y a un altísimo precio, a unos grupos de mucho menor valía que los nuestros y quienes llenábamos más sus espacios en sus propios países. Eso me enervó. El negocio del siglo pasado. Mucho antes, en 1991-92, me arrodillé pasada la media noche y pedí al gran universo que apareciera alguien (militar o no), que pusiera orden en ese sistema capitalista que pretendía vender a todo nuestro país por unas cuantas lochas. Mis padres y abuelos, repentinamente, se vieron sin prestaciones sociales y sujetos-presos de condiciones impuestas por el FMI. Los viejitos maltratados andaban de marcha en marcha, y nosotros los artistas fuimos olímpicamente desplazados de todos los cosos teatrales. Lo cual, aún en plena revolución, prevalece, y, quien escribe es, supuestamente, un ícono, figura y patrimonio cultural de Venezuela. En un escudo de un país nórdico, dice la misma consigna que siento, pienso y me inspira: “YO MANTENDRÉ”. En eso está implicada la palabra, el compromiso, la disciplina, la solidaridad, la lealtad, la amistad, la vida, la muerte, el trabajo, la cooperación, el coraje, el espíritu del heroísmo, etc.

El Ego es el Gran Jodedor en la enorme estructura media del nuevo Estado. Si lo digo es porque me consta y me lo han confesado en privado: la ley que impide el despido es muy contradictoria pues no permite deshacerse de los infiltrados, obstaculizadores del proceso y de su avance hacia la igualdad, la justicia y la libertad verdadera. ¿Cuál es el miedo, que suba el desempleo? Pues que se vayan a las empresas privadas a las cuales sirven por debajo de la mesa desde varios ministerios.

Saquearon sin pudor nuestras riquezas naturales y pretenden volver a sus fechorías cuando no hay más dinero en el mundo que sustente tal saqueo. ¿Y qué le queda a ese mundo macabro materialista? Pues exterminar a la humanidad que le cuesta demasiado capital, ausente en los tesoros nacionales del imperialismo y que se lo entregaron a los ladrones bursátiles, bancarios y corporaciones transnacionales. Quienes perdieron sus vidas en las catástrofes telúricas fueron víctimas de los científicos al servicio de un materialismo diabólico… el Proyecto HAARP, que sirve para diezmar a la población mundial.